Un hombre de 37 años perdió la vida tras ser víctima de una violenta agresión presuntamente ocurrida en un centro de adicciones en Otavalo. Cinco personas, entre ellas un extranjero y un binacional, fueron arrestadas y enfrentan prisión preventiva por el crimen.

Un hecho de sangre conmocionó a la comunidad de Otavalo, provincia de Imbabura, tras el asesinato de un hombre de 37 años, quien habría sido golpeado y amarrado en el interior de un centro de rehabilitación. Según investigaciones preliminares, el fallecido presentaba múltiples lesiones en todo el cuerpo, lo que sugiere una brutal golpiza.
El caso salió a la luz en la madrugada del lunes 10 de febrerio, cuando varias personas llevaron al hombre sin vida al Hospital San Vicente de Paúl en Ibarra. Al ser interrogados por el personal médico, los acompañantes abandonaron el lugar sin identificarse, lo que despertó sospechas. Agentes de la Dirección Nacional de Delitos Contra La Vida, Muertes Violentas, Desapariciones y Secuestros (Dinased) fueron alertados y acudieron al hospital, donde encontraron al hombre con evidentes signos de violencia.
Según Diario El Norte, mediante pesquisas, los investigadores lograron identificar a cinco sospechosos, cuatro de los cuales fueron detenidos en Otavalo. El quinto implicado fue capturado en la parroquia de Chaltura, en el cantón Antonio Ante, donde presuntamente opera otra clínica de rehabilitación. Entre los detenidos se encuentran un extranjero, un individuo con doble nacionalidad y tres ecuatorianos.

Se conoció que durante la audiencia de calificación de flagrancia, un juez ordenó prisión preventiva para los acusados, quienes enfrentan cargos por el delito de asesinato. Las autoridades continúan investigando el caso para determinar las circunstancias exactas del crimen y si existió negligencia por parte del centro de rehabilitación.
Este no es el primer incidente violento registrado en el lugar. A principios de febrero, otro hombre resultó gravemente herido tras recibir una golpiza que le causó fracturas y daños en órganos vitales. Los hechos han generado preocupación en la comunidad, que exige mayor control y supervisión sobre estos centros.
Las autoridades han reforzado los operativos en la zona para evitar nuevos actos de violencia, mientras la familia del fallecido clama por justicia. El caso ha puesto en evidencia la necesidad de una regulación más estricta para los centros de rehabilitación en la región.
Más Información
Pichincha cambia de rumbo electoral
Diana Atamaint, presidenta del CNE, detalla condiciones para un reconteo de votos tras pedido de Luisa González
Masacre en Isla Trinitaria deja seis muertos en Guayaquil