Crece el conflicto entre Israel e Irán: ataques cruzados, participación de EE.UU. y temor de guerra regional

Ataques aéreos, bombardeos a instalaciones nucleares y misiles cruzando el cielo de Medio Oriente marcan la creciente tensión entre Israel e Irán. La participación militar de Estados Unidos y la amenaza iraní de cerrar el estratégico Estrecho de Ormuz elevan el conflicto a un nivel crítico.

El conflicto armado entre Israel e Irán ha escalado rápidamente en los últimos días. Los ataques cruzados, la intervención militar de Estados Unidos y la creciente cifra de víctimas generan alarma global por el riesgo de una guerra regional.

Israel lanzó una ofensiva aérea masiva. Más de 50 aviones de combate atacaron seis aeródromos en Irán. En los bombardeos se destruyeron al menos 15 aeronaves, silos de misiles y radares militares. Los ataques se concentraron en la provincia de Kermanshah.

En respuesta, Irán disparó misiles balísticos contra varias ciudades israelíes. Entre las zonas afectadas están Ashdod, Beersheba y Tel Aviv. Un hospital resultó dañado y se reportan decenas de heridos.

Estados Unidos también intervino. Ejecutó la “Operación Midnight Hammer” con bombardeos sobre instalaciones nucleares iraníes. Entre los objetivos atacados están Natanz, Isfahan y Fordow. Washington afirma que busca frenar el programa nuclear iraní, sin intentar un cambio de régimen.

Las cifras de víctimas aumentan. En Irán se han reportado más de 950 muertos. En Israel, al menos 24 personas han perdido la vida. La comunidad internacional pide un alto al fuego.

Rusia, China y la Unión Europea han solicitado una desescalada inmediata. Por otro lado, países como Pakistán y Corea del Norte han condenado la participación de EE. UU. Varios gobiernos occidentales han comenzado a evacuar a sus ciudadanos.

El conflicto también amenaza al comercio global. El posible cierre del Estrecho de Ormuz preocupa a los mercados de energía. Este canal marítimo es clave para la exportación de petróleo.

Analistas internacionales advierten que la región está al borde de una guerra a gran escala. Hasta ahora, no hay señales claras de diálogo ni de alto al fuego entre las partes.