Planes vs. Realidad: ¿Por qué falla la Protección Infantil Rural en el Ecuador?

Ecuador ha delineado su estrategia social para la niñez en el «Plan de Desarrollo para el Nuevo Ecuador 2024-2025», con un claro énfasis en la protección de grupos vulnerables. Sin embargo, un análisis de la ejecución de estos programas revela que, a pesar de la existencia de un marco robusto y ambicioso, la Protección Infantil Rural sigue siendo un desafío, marcada por una ejecución deficiente y una marcada brecha territorial.

Marco legal y programático

El Gobierno cuenta con herramientas específicas bajo la coordinación del Ministerio de Desarrollo Humano (MDH) para abordar el riesgo y la vulnerabilidad en la infancia:

• Protección Especial: El Servicio de Intervención Psicosocial (SIPS) busca prevenir el abandono y la vulneración de derechos, mientras que los programas de Erradicación del Trabajo Infantil (ETI) operan territorialmente.
• Primera Infancia: La estrategia «Infancia Plena» promueve un modelo integral de atención, enfocándose en la corresponsabilidad y la adecuación a la realidad rural e intercultural. Un hito clave para el fortalecimiento de estos programas fue la aprobación de la Ley de Primera Infancia en 2025.
• Nutrición: El eje principal en áreas rurales es el combate a la Desnutrición Crónica Infantil (DCI), liderado por la Secretaría Técnica Ecuador Crece Sin Desnutrición Infantil, que coordina el Plan Estratégico Intersectorial DCI (2024–2025) (Enlace saliente a STECSDI).

Ejecución deficiente: La persistencia de la Brecha Rural

A pesar del esfuerzo programático, los datos de la Encuesta Nacional de Desnutrición Infantil (ENDI) y los informes de gestión exponen un desajuste crítico en la aplicación de las políticas en el campo.

El indicador de la DCI en el entorno rural es el más claro: su prevalencia es significativamente mayor que en el área urbana, demostrando que las estrategias de nutrición y salud no están logrando cerrar la disparidad.

Por ejemplo, existe una marcada brecha Rural-Urbana en DCI para niños de 2 a 5 años: La prevalencia de la Desnutrición Crónica Infantil (DCI) en niñas y niños de 2 a menores de 5 años es significativamente más alta en el área rural con un 20.6%, en comparación con el área urbana, que registra un 14.0%. Además, la prevalencia nacional de la DCI en niñas y niños menores de 2 años se ubicó en 19.3%.

La Falla en la Detección Activa

El análisis de la cobertura de los programas sugiere que la protección es más reactiva que preventiva:

1. Baja Cobertura ETI: Pese a la alta incidencia de trabajo infantil en el área rural, los programas de Erradicación del Trabajo Infantil (ETI) del MDH tienen una cobertura insuficiente.
2. Problemas Estructurales: Los avances en salud y nutrición son sistemáticamente socavados por problemas no resueltos, como la falta de acceso a agua potable segura en un alto porcentaje de hogares rurales.

La evidencia sugiere que, si bien el Gobierno tiene la intención de proteger a la niñez con un marco legal y programático (SIPS, ETI), la ejecución efectiva en el entorno rural es deficiente. La dependencia de alertas externas, como la difusión mediática, para desencadenar acciones es una señal de que el sistema de vigilancia activa está fallando.