La ministra de Energía y Minas, Inés Manzano, afirmó que la rotura del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) en Esmeraldas, que provocó el derrame de 3.800 barriles de petróleo, fue un acto de sabotaje. La emergencia ha afectado el suministro de agua potable para cerca de 500.000 personas.
El derrame de petróleo ocurrido en Esmeraldas el pasado13 de marzo, no fue un accidente, sino un acto intencionado, según las declaraciones de la ministra de Energía y Minas, Inés Manzano.
“Esto es un sabotaje, el informe técnico nos dice que pudo ser provocado”, señaló Manzano en una entrevista al medio Teleamazonas.
De acuerdo con los informes preliminares, la rotura del oleoducto se produjo en un sector vulnerable donde la tubería estaba expuesta, lo que sugiere que hubo una manipulación deliberada. Además, se identificó a un empleado de Petroecuador que presuntamente abrió indebidamente un dique de contención en el río Viche, lo que agravó el impacto del derrame.
Las autoridades también han advertido sobre posibles nuevos intentos de sabotaje en otras regiones, incluyendo Papallacta, una zona estratégica para el abastecimiento de agua potable en Quito. En este contexto, Manzano hizo un llamado a la colaboración de las autoridades locales y la ciudadanía para evitar futuros ataques contra la infraestructura energética del país.
La emergencia ambiental en Esmeraldas ha dejado sin acceso a agua potable a miles de personas. El Gobierno ha desplegado acciones de contención y remediación para minimizar los daños, así como medidas de compensación para las comunidades afectadas. Mientras tanto, continúa la investigación para determinar los responsables del supuesto sabotaje.
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