Docente universitario condenado a seis años de cárcel por abuso sexual

Un Tribunal Penal de Chimborazo dictó sentencia contra un docente, tras comprobarse que abusó de una estudiante dentro de una universidad.

Ernesto B. T., docente universitario de 61 años, fue sentenciado a seis años y ocho meses de prisión por el delito de abuso sexual contra una estudiante de 19 años. 

Además, deberá pagar  USD 5.000 como reparación integral a la víctima, según lo resolvió el Tribunal de Garantías Penales de Chimborazo.

El hecho ocurrió el 24 de enero de 2023 en la Facultad de Administración de Empresas de la Escuela Superior Politécnica de Chimborazo (Espoch).

Más de 28.000 estudiantes sufrieron abuso sexual entre 2014 y 2024 en Ecuador, según el Ministerio de Educación
Según la denuncia, el docente impidió el paso de la joven cuando intentaba ingresar a su aula y la tocó sin su consentimiento, mientras la besaba en la mejilla, indica la investigación de la Fiscalía en Riobamba.

La rápida denuncia de la víctima permitió la detención en flagrancia del agresor y el inicio del proceso penal.

Sentencia agravada

Durante la audiencia de juzgamiento, la Fiscalía presentó pruebas determinantes, entre ellas el testimonio anticipado de la estudiante, declaraciones de una testigo presencial, el informe psicológico que certificó el daño emocional y el testimonio de los policías que intervinieron en el caso.

El tribunal determinó que el acusado cometió el delito tipificado en el artículo 170 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), que sanciona el abuso sexual con penas de tres a cinco años de prisión.

• Seis de cada 10 víctimas de violencia sexual desisten de sus denuncias a medio camino

Sin embargo, la sentencia se agravó al aplicarse los numerales 2 y 8 del artículo 48 del mismo código, que consideran circunstancias como la relación de poder entre el agresor y la víctima.

Colectivos feministas y defensores de derechos humanos insisten en la necesidad de fortalecer los protocolos de prevención y denuncia en universidades, donde, según organizaciones sociales, muchas víctimas de acoso y abuso no denuncian por miedo a represalias o por la falta de respuestas efectivas.