Encuentran tres reos muertos en la Penitenciaria del Litoral

Además de los cuerpos, Policía Nacional encontró una granada en el centro penitenciario

Un macabro descubrimiento sacudió a la Penitenciaría del Litoral este 15 de febrero, cuando personal de la Policía Nacional encontró los cuerpos sin vida de tres reclusos en diferentes pabellones del centro carcelario, ubicado a las afueras de Guayaquil. El hallazgo se produjo el mismo día en que el gobierno designó a Víctor Hugo Andrade como nuevo director del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de la Libertad (SNAI), en reemplazo de Luis Zaldumbide.

Los fallecidos fueron identificados como Calixto Jeovani Pilay Ortega, Gabriel Rolando Holguín Carrillo y Roberto Jair Bejarano Peña, quienes cumplían condenas por delitos como violación, robo y otros crímenes. Los cuerpos fueron encontrados en los pabellones 8, 1 y 10 de la penitenciaría, lo que ha generado alerta sobre las condiciones de seguridad al interior del centro carcelario, considerado uno de los más conflictivos del país.

Tras el hallazgo, la Policía realizó un operativo en el interior de la prisión, donde se decomisó una granada, lo que ha levantado preocupaciones adicionales sobre el control de armas y explosivos dentro del recinto. Hasta el momento, las autoridades no han proporcionado detalles sobre las causas de las muertes ni si están relacionadas con enfrentamientos entre bandas o problemas de seguridad interna.

El silencio del SNAI

A dos días de los hechos, el SNAI no se ha pronunciado oficialmente sobre el caso, lo que ha generado críticas por la falta de transparencia en medio de un contexto ya de por sí delicado. La coincidencia de este suceso con el nombramiento de Víctor Hugo Andrade como nuevo director del organismo ha puesto en el ojo público la gestión del sistema penitenciario, que en los últimos años ha enfrentado una crisis de violencia y hacinamiento.

Andrade, quien asume el cargo en un momento crítico, tendrá como uno de sus principales desafíos garantizar la seguridad dentro de las cárceles y reducir los índices de violencia, que han dejado cientos de muertos en los últimos años. La ciudadanía espera acciones concretas para evitar que hechos como este se repitan.

Mientras tanto, las familias de los fallecidos exigen respuestas y justicia, en un caso que pone nuevamente en evidencia la fragilidad del sistema penitenciario ecuatoriano. Las autoridades tienen la tarea de esclarecer lo ocurrido y tomar medidas urgentes para evitar más tragedias en las cárceles del país.