Un joven de 26 años fue capturado y sometido a un baño de purificación y ortigada en la comunidad de Quitocucho, parroquia Bolívar de Pelileo, luego de ser identificado como el responsable del robo de un toro. Fue descubierto cuando el animal fue llevado a una feria ganadera.

El caso inició cuando el joven robó un toro y lo vendió a una persona en Guaranda. Posteriormente, el comprador llevó el animal a la feria de La Libertad, donde los verdaderos dueños lo reconocieron. Tras investigar, lograron dar con el comprador y rastrear a los vendedores, hasta identificar al responsable del robo.
El joven confesó haber robado el toro para pagar una deuda, pero la comunidad decidió aplicar justicia indígena conforme a sus tradiciones.
Tras su captura en Quitocucho, los comuneros decidieron aplicarle un baño de purificación y ortigada, un castigo ancestral que busca corregir la conducta y generar un aprendizaje en el infractor. Además, se indicó que es hijo de una reconocida persona dentro de la misma comunidad.

“Robo un toro por necesidad”, habría dicho el joven, sin embargo, los afectados recuperaron el animal y exigieron justicia.
Justicia comunitaria en acción
La justicia indígena es reconocida en Ecuador y permite a las comunidades aplicar sus propias normas bajo principios de equidad y reparación del daño. En este caso, la comunidad de Quitocucho actuó de acuerdo a sus costumbres para sancionar el delito y evitar que se repita.

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